Un interesante artículo de PC World, “The Future Is BIOS and Browsers“, habla de una tendencia que llevamos tiempo apuntando y que se menciona cada vez en más sitios: la reducción del sistema operativo hasta el punto de integrarse directamente en la BIOS en forma de memoria flash. Un exponente que tiene ya su reflejo en sistemas como el HyperSpace de Phoenix Technologies, la empresa que más BIOS fabrica, y que provee este sistema como forma de proporcionar un arranque rápido y un acceso a muchas funciones de la máquina sin necesidad de arrancar Windows. Como se comenta en un reciente artículo del MIT Tech Review, “BIOS Maker Aims to Retake the PC“, un conjunto de funciones que habitualmente se creían reservadas al sistema operativo tradicional: acceso a periféricos, gestión de la comunicación, etc.
Las ventajas son evidentes: un sistema operativo reducido a la mínima expresión, completamente open source, con arranque y apagado prácticamente instantáneos al abrir o cerrar la tapa, resistencia a virus y a muchas de las amenazas tradicionales, un consumo aquilatado de energía y una nula intrusividad: una forma de traer al ordenador muchas de las características que hoy encontramos en un terminal de telefonía móvil. Y por supuesto, de la BIOS nos vamos al otro componente que está recibiendo una mayor atención y criticidad en los últimos tiempos, con una dinámica competitiva intensa que le está llevando a multiplicar especificaciones en muy poco tiempo: el navegador, encargado de proporcionar acceso a las cada vez más mejoradas aplicaciones en la red.
Fuente: El Blog de Enrique Dans.